El sofá estaba inquieto
Al menos, así lo sentía
Sentado, esperaba las doce de la noche
Aguardaba solo
Él, un hombre de la mediana edad
Un rostro seco, ojos corridos
Con un terco olor a tabaco
No era cualquier día,
Era 31 de diciembre
Un cambio de año,
Olvido para unos, promesa para otros
Deseaba con toda su fuerza
Ser testigo de la desaparición de este año
Año de crisis, año de adiós, de penas, de dolores
Quería acompañarlo en su último segundo
El reloj colocado cuidadosamente
Como vecino del sofá verde
Palpitaba cada segundo… el año moría en su último suspiro
Ese viejo reloj de madera angustiada
La fuerza motriz actúo sobre la masa suspendida
La acción de la gravedad hizo mover el péndulo
Escuchó la primera campanada, solo quedaban once
Solo quedan once
En su rostro afloró una suave sonrisa con olor a esperanza
Estaba sucediendo,
El esperado momento había llegado
Esperanza en forma de sonrisa
El año estaba por terminar
Él sabia perfectamente que esperar al abrir los ojos
Quizás una nueva oportunidad
Quizás solo los nuevos días del calendario
Estaba ciegamente convencido que los ciclos son importantes
Permiten iniciar y terminar
Sabía que las perversidades de la vida se olvidan
Las bondades se repiten
En el año que estaba por fallecer había perdido
Había encontrado
Lloró
Se había perdido
Había amado
Había odiado
Sonrió
Gritó con el eco de la soledad
Se había levantado temprano
Había disfrutado del día
Había odiado lo cotidiano
Se había contradicho
Se había corregido a si mismo
Había hecho dietas, y las había dejado
Inició con ilusión cosas sencillas
Se complicó la existencia con experiencias complejas
Había traicionado
Se había comprometido
Lo habían abandonado, y había abandonado
Viajó por dentro de sí mismo y por fuera de su país
Había despertado acompañado
Se había sentido solo
Había caminado, había mirado, olido, tocado, comido…
Había desconfiado de los recién llegados
Había fumado
Había comprado
Había masturbado, se había masturbado...
Renegó de lo superficial
Había esperado a Dios en su esquina habitual
Se había conformado con el hoy
Se había arrepentido de sus actos
Cerró los ojos mientras ahogaba su pecho
Se sintió viejo
Rejuveneció
Pensó que el pasado había sido mejor
Añoró a los que se fueron
Había logrado un premio
Había leído un libro
Había convivido con gente diferente
Respiró lentamente mientras fingía estar bien
Había vuelto a nacer
Había soñado
Había aprendido un nuevo oficio
Había hecho algo por primera vez
Se había entregado
Se enfermo, sanó, oró, engaño, rogó a Dios, se enfado con él…
Todo ello lo había vivido en 365 días
Tuvo la vida en un año, y el año en una vida…