En tu mirada me quedo. En tu mirada me quedo recogido, si tu quieres que este, estaré, si tu quieres que no este, me iré. Es que mis brazos y mis ojos, mi corazón y mis dedos aun te extrañan.
Espero que el amor te inunde hasta los huesos para que seas feliz, y que te haga volver a quererme, así como yo te quiero.
Que no dudes en seguir adelante, porque el mejor arma que tiene el que ha fallado no es arrepentirse, sino perdonarse así mismo.
Ojala que no te pierdas en la multitud, porque la mejor oportunidad que has tenido no es haber fracasado, sino haber vivido, y poder contarlo.
Que no sientas que todo ha sido en vano, porque a lo mejor entre esas cosas escabrosas, ha quedado colgado un poco de amor, un poco de apego, respeto y humildad.
Que no dudes en mirar el pasado, pero que sea solo para ver de donde vienes. Porque de nada sirve llorar por cosas sin sentido, cuando mañana esperan cosas extraordinarias.
Trata de no traicionar el recuerdo, tu amor por mi, y tu amor por ti misma, porque al final, después de tanto camino, lo que importará no es lo que has tenido, sino lo que has sentido.
Ya no es cuestión de ser o no vacío de nuestras emociones, se trata de cómo piensa la gente que debería actuar, hay quienes dicen no dar una segunda oportunidad porque terminaran pasando otra vez por lo mismo. Pero las personas que tienen claro que los errores existen y que es cosas de humanos, son felices siempre, porque comprenden que no es posible ser perfectos.
En esta parte de la vida tienes un reto: averiguar cual de las dos opciones es la mejor: tener una ilusión de ser autosuficiente y con una actitud autodestructiva y autocompasiva que incluye dejarme, o abrir las emociones para encontrar el perdón, la humildad y la honestidad que incluye dejarme estar cerca de ti.
De hecho puedes decidir a medias, pero cuando quieras tener una verdadera relación con alguien, seguramente aquí estaré. Estaré esperando afuera, hasta que decidas.
