Páginas

22/2/10

Bueno y malo

Si lo políticamente correcto, si la ética y si la emoción, y si el compromiso y si el compañerismo desaparecen no habría que preocuparse aún, tendríamos la posibilidad más básica: tildar a las personas como buenas o malas.

Será una opción de las más utilizadas y muy poco creativas, con pocos recursos y una estricta dependencia del instinto y prejuicio de cada uno, pero sobreviviría una forma de limitar, encasillar y separar a los amigos y a los enemigos.

Y si nos fallase la asignación de las etiquitas bueno-malo, tendríamos la difícil tarea de usar la intuición.

La intuición sería una forma descubrirnos también a nosotros mismos, de vernos a nosotros mismos, olernos a nosotros mismos, saborearnos a nosotros mismos y de escarbar en nuestros cuerpos.