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2/12/12

Oración de media mañana



Te pido que me roben todo. Menos mi memoria. Recordar el pasto y el olor a hojas frescas se ha vuelto parte de mí, parece que el campo habita en mis ojos.


Que envejezcan mis huesos uno a uno menos el olor de los pinos y el color de su piel. Durante muchos años ese característico olor a pino fue sinónimo de la piel que alumbraban los pocos rayos de sol que las ramas dejaban pasar.



Que se lleven todo menos el recuerdo de su rostro. Que desaparezca mi fuerza entera como en un huracán, o si quieres dócil, derramando gota a gota hasta llenar el rio. No obstante evita que olvide el color de su mirada, la forma de su sonrisa y el timbre de sus palabras.

11/11/12

Mensaje en una botella


La vida es como una isla desde la que un perfecto anónimo tira un mensaje escrito en algún pedazo de papel dentro de una botella.

Esa botella ingresa al mar a través de las olas, renegando éstas de ella, hasta que es capaz de adentrarse. Y ese mensaje sigue su camino sin una ruta determinada.

Alguien recibirá esa botella, leerá el mensaje "a quién reciba esto, le envío un saludo desde una isla desconocida, escribo para decirle  que hay alguien en alguna parte del mundo que cree en los sueños inesperados y en los mensajes de la ocurrencia...."

Hay veces que las esperanzas efímeras nos acompañan y nos hacen entender que la botella llegará, que alguien la abrirá y que la leerá.

Esperamos a que la botella sea encontrada... esperamos años enteros, meses, semanas, días, minutos y segundos, y esa eclosión de circunstancias no se muestran. Es como si nunca escribimos aquel mensaje, como si aquella botella jamás partió del puerto. Pensamos que se quebró en su camino y que los pedazos de cristal se encuentran sumergidos en lo más profundo del mar.

Hay veces nos asoma la esperanza, que es lo último que se pierde, y creemos que la botella sigue en camino. "Pronto llegará" nos decimos a nosotros mismos. Sigue la dulce espera, por años... ¿porque esperamos una respuesta de quien recibió esa botella? ¿fue recibida esa botella? ¿provocó el interés buscado? ¿fue confundida con basura?

¿Será que no escribimos el mensaje en los idiomas necesarios?, o improbablemente se esfumaron los lectores de botellas.

La vida está llena de incógnitas. Pareciera que el cerebro nos obliga a recrear lo que nunca sabremos... así, quizás, nos sentiremos felices en nuestra pequeña isla, que unas veces crece y otras se queda escondida. Sabemos del sabor agridulce de esperar, pero es un sabor que nos termina gustando. Es más amargo no tener nada en que pensar.

10/11/12

Las olas te reclaman


Ven ya querida mía. Que las olas te reclaman. El barco no puede partir, sino te ve subiendo en medio de los tablones del improvisado puerto.

La isla no existe si no vas zarpando los hilos de tu sombrero de palma sobre las gotas fugaces del travieso viento.

Si la arena no te ve llegar, puede que me inunde con sobresaltos, y no me deje atracar, y quizás deba explicar a la sombra de los arboles tu temida ausencia.

Ven querida mía. Acompáñame en este cayuco que sobresale por las olas, solo por su color amarillo y su incesantes ganas de navegar.

29/10/12

La mosca en la frente


No puedes disparar a la mosca que llevas en la frente sin herir tu cabeza.
No puedes dejar que te toquen el corazón sin exponer tu sangre.
No puedes reír sin aceptar que también debes llorar.
No puedes amar, sin el derecho a olvidar.
No puedes dañar sin la obligación a sufrir.
No puedes abandonar, sin el castigo de la infinita soledad