Estás esperando a que estemos sonriendo para
volver.
Estás esperando a que tengamos la fuerza
de un abrazo, a que seamos fuertes para ofrecerte un sueño.
No estás lejos, estás esperando allí en
esa distancia efímera. Estás en esa cercanía difusa.
A ambos nos cobija ese sol y esa luna… nos
acompaña el poderoso e inmenso cielo, el mismo que ves tú al subir la mirada.