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8/8/12

Chavela Vargas trascendió

"Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido..."

Voy a dormir. Alfonsina Storni




Trascendió Chavela Vargas. Quienes la queríamos nos quedamos somnolientos, apesadumbrados, con una mancha negra en medio del alma. Seguimos en las tablas con una procesión por dentro.
Nos quedamos de este lado del lago, haciendo un tratamiento razonable de las emociones. Sabemos que abraza hoy a la llorona en la más absoluta felicidad.

Nos quedamos huérfanos de la voz con olor a quebranto, seguros de que está sonriendo. 

"Aquí termina mi historia que comenzó de la nada, dame la mano llorona que vengo muy lastimada", le cantó Chavela al ángel negro, después de muchos intentos, a los 93 años de vivir en este cuerpo, le respondió. La cobijó en su regazo y llevándola en su seno, con el medallón de la Chamana colgando en su pecho, la hizo inmortal.

Mientras el último soplo mortal salía de su cuerpo, para internarse en el viaje más maravilloso del alma, yo acudía a la soledad abrupta, en donde el silencio devora y la soledad asusta. 

Chavela es el retoño del México que cumple los sueños de los que llegan de fuera para quedarse, del país que les adopta como hijos propios y les dar de comer. 

Ella fue el juguete roto, al que un nuevo lugar, dio amores y cálidos nuevos recuerdos. Chavela fue el reflejo en el espejo del México que nos ayuda a levantarnos cuando nos hacían muertos.

Fue la inspiración para los que hundidos por el llanto buscamos a nuestras fridas, a nuestros pedros, a los diegos y a los josés que nos alienten a reír, amar y de nuevo a llorar.