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27/5/09

De mujeres y hombres

Ser hombre y mujer.

Cuando un hombre común y corriente se encuentra frente a su correo y lee una carta tan sincera, en donde elogian su capacidad para amar, su sutileza para ser irremplazable y su inquieta sonrisa que tira muros, y aun con estos elogios sabe que no es perfecto y que cada día debe mejorar… debe agradecer a Dios por poder recibir esos elogios y tener la humildad para no estancarse en la vanidad.


Cuando una mujer se enamora profundamente y es correspondida, cuando su corazón sigue siendo débil para amar y fuerte para protegerse, cuando encuentra la felicidad y ríe, y llora, y ama, y vive intensamente, entregando a su esposo, a sus hijos, novio o amigos sus alegrías y mayores glorias… debe dar gracias a Dios, porque es un instrumento del amor que nunca acaba.

Cuando un hombre sonríe a la vida a pesar de las dificultades, observa los problemas, y siempre busca posibilidades, cuando descansa en las tristezas pero baila en las alegrías, llora con las injusticias y exige la merecida dignidad a lo que hace, dice y cree… debe dar gracias a Dios por tener la capacidad de seguir adelante y no caer.

Cuando una mujer es recordada, y su voz ha penetrado tan rápidamente en los oídos de los demás, cuando logra permanecer por lo que significa, por lo que es, por lo que vale, esa mujer ha tenido la posibilidad de pasar inadvertida, y debe darle gracias a Dios por haber decidido no perderse en la multitud.

Cuando un hombre o una mujer descubre la posibilidad de crecer, y puede ver las cosas elementales de la vida, logra el entendimiento en cualquier sentido, de desarrollar una sensibilidad, llama la pasión y el utiliza el estimulo; deben pedirle a Dios el don de la entrega y la solidaridad… porque no debería ser posible ser bendecido y egoísta a la misma vez.

Cuando un hombre o una mujer, aun en los tiempos que pasan, cree en las sorpresas inesperadas, en las segundas oportunidades, en la bondad de los desconocidos, en el poder de los deseos y fortalece sus emociones con deseos tangibles y posibles… debe saber que ha encontrado la satisfacción y el inicio de la felicidad.