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24/12/09

Olvidando tu rostro

Hay muchas cosas que puedo evitar, pero no puedo dejar de olvidar tu rostro. Cada segundo que pasa olvido como eran esos rostros de la gente que yo amé.

Por eso cada vez que puedo cierro los ojos y trato de recordarte, se trata de una especie de promesa, con el paso del tiempo quiero tener más grabado tu rostro. no quiero perder esa risa de tu boca, ni esas cejas, ni el lunar de tu mejilla.

No quiero que la memoria me borre los mejores recuerdos, porque en cualquier pena me imagino tu cara, porque en ella veo todo lo que he vivido.

Cuando era pequeño pensé que estaría a tu lado toda la vida, pero uno crece y se da cuenta de esas cosas que hacen la edad adulta muy triste.

Nada es comprable con tu recuerdo. Quisiera que las escenas más bonitas, las canciones más hermosas y los amores fugaces que me dieron tanta emoción se pierdan de mi mente, menos tu rostro.

Con certeza absoluta.

La felicidad reside en hacer lo que se quiere, rodearse de la gente que uno ama y en vivir intensamente.

El compromiso de caminar junto a otra persona implica la aceptación de sus defectos, porque en sus peores momentos podemos comprender sus gran espíritu.

Los peores días de nuestras vidas no son cuando estamos tristes por lo largo que resulta a veces el camino, sino cuando no sabemos hacia dónde nos dirigimos.

Como dice Paulo Coelho, cuando el corazón ya ha llegado a un lugar, es más fácil que el cuerpo le siga. Por ello siempre debes llevar tu corazón y tus deseos hacia donde quieres llegar, porque esto trazará la ruta que deberás seguir.