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18/12/08

Ensayo sobre la libertad.

Solo es libre el que teniendo todo lo que siempre ha querido renuncia a todo para ser lo que nunca ha sido, para caminar por donde nunca ha ido, porque de el es la gloria, porque al pasar por el campo mas solo nunca se ha sentido sin compañía, puesto que la soledad no ha sido ofrecida, el la ha tomado.

Solo es libre el que adorando lo que siempre le acompaño, lo deja ir, el que descubre que en el desprendimiento personal está el verdadero amor. Porque justo a un milímetro encuentra la compañía deseada y no la toma. Porque sabe que no la necesita para ser feliz, porque puede vivir con el mismo.

El que es libre sabe que tiene miles de caminos, pero no elige ninguno, porque su sentido se centra en estar bien hoy, no en el camino del siguiente día, porque no compromete sus ideales, esta seguro que jamás será superior a nadie. Sabe que puede ser superior a el mismo y que allí esta la conquista, en superarse día a día en si mismo, por si mismo y sobre si mismo.

La libertad, en esencia es abrazar, llorar, correr, sonreír, comer, perder, ganar, amar, odiar, esperar, ir, venir ya sea acompañado o solo y sentir la misma intensidad.

Ser libre es sentirse orgulloso de lo que se ha sido, sentirse orgulloso de lo que se piensa ser, pero mas aun estar orgulloso de lo que no se es, porque solo sabiendo lo que no se tiene, se sabe lo que no es posible.

Ser libre es esperar del mañana poco, vivir todo hoy y recordar de ayer solo lo que es importante y lo que nos permita vivir.

Ser libre es tomar el camino sin mirar atrás, porque las despedidas no son de los que aman, son de los que nunca olvidan, porque recordaran a mas personas, sus rostros se mezclaran con los confusos recuerdos, que es a donde todos los seres libres pertenecen.

El que cree en la libertad sabe que es libre de decir a su compañero de viaje lo que piensa cuando quiera, porque ha sido libre todo el tiempo y ha permanecido en la distancia necesaria para que sus palabras sean entendidas tal y como las ha dicho.

Pero más libre es el que respira el aire que respira, y se siente bien respirándolo, porque sabe que sus pasos le han llevado allí y cada barco que ha tomado le mostraron una clara verdad: las rutas son caminos, pero las ideas son el verdadero viaje.

Beyoncé (la otra) y Soraya.

Una, tiene ideales, perlo largo y un cuerpo que secunda las calles de San Salvador, se hace llamar la Beyoncé, no por el parecido, sino por lo sexi que puede parecer para un caballero muerto de las ganas del sexo repetir ese nombre en cada empujón.

La otra, la que sueña con un color de cabello al estilo Cristina Aguilera, se hace llamar la Soraya, tiene unos veinticuatro años, es secretaria de una empresa aseguradora y siempre ha soñado con tener más dinero que preocupaciones…

Que hacen estas dos mujeres juntas en una casa donde los caballeros llaman, y concretan citas?, cuando podrían estar en cualquier casa fingiendo ser una esposa, madre y mujer normal, que tienen ellas dos que no tenga mi madre, si son mujeres, tienen sueños y solo buscan sobrevivir.

Adelante Beyoncé, adelante Soraya, que ni el sacerdote de la iglesia apostada en la esquina será capaz de mantener su hambre por dos semanas, ni aquel que dice que las putas son malditas sabrá que hacer en esta historia, adelante, que la que todos los días habla en la columna de cierto periódico de pureza y llegar virgen al matrimonio se desvive ignorando la realidad, mientras la tiene atrás… y ustedes la viven.

A Chavela Vargas.

"Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito."
Voy a dormir, Alfonsina Storni.


Chavela, quien quisiera tener tu vida y haber vivido libre, haber decidido morir donde no naciste, caminar por los países donde te escucharon decir lo que querías decir, donde tu corazón fue libre a la par del viento.

Chavela, quien quisiera tener tu voz, ta universal, sincera, fuerte, loca, franca, juguetona, apacible, amorosa, enamorada, inquietante, llorona, pero sobre toda, inmortal.

Chavela, quien quisiera tener tu suerte, y encontrar miles de amigos, miles de emociones, miles de amores, miles de penas, millones de sueños.

Quien quisiera tener tu amor, chavela, tu amor a flor de piel, tu amor que enloquece, tu amor como el licor que quema.

Quien quisiera tener chavela, a Sabina que le cante, un corazón de metal, un puro, un tequila y un poncho rojo y una patria por decisión y un pueblo por elección.

Claramente tenes dos seguidores, uno que sabe quien sos, te ama y te aprecia y otro que solo al saber que te has ido sabrá que se emborracho con tu voz, que lloro con tus sentimientos y que fuiste la compañía mas preciada en medio de los males y los dolores.

Aquellos que ya te conoce te amarán más, los que no, seguirán como penitencia tu voz.