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21/10/09

Mi vecino está enamorado de mi.

Siempre está a las diez preparándose un pan con jamón y queso. Frente a la ventana de su cocina esta mi ventana, la ventana donde veo los amaneceres. Mi vecino se prepara el pan, mientras sabe que lo miro, apago mi luz, a modo que no se entere que lo veo todas las noches, me quedo callada, como si se tratase de un juego de escondites, mis respiros son lentos, como si el estuviese a dos centímetros… pero son ocho metros.

Entre su ventana, la de su cocina, y mi ventana, la de mi habitación hay ocho metros, todos los días que le veo, entran en mi deseos de cruzarlos. Pero prefiero seguir esperando, a que siga mostrándome su modus vivendi, su ropa de estar en casa, sus repentinos cambios de humor, su pelo ondulado, su cuerpo atletico.

Tiene una forma tan especial de prepararse su comida, limpiar la cocina… y de apagar la luz, se ha enamorado de mí, porque hace dos semanas que le observo, porque hace dos semanas que paso en vigilia, y me pregunto: ¿Por qué no hicieron que las zonas sociales de las casas estuviesen en la cocina? Porque me gustaría verlo, más de treinta minutos, o por lo menos que alguien inventara una nueva norma municipal, donde cocinar fuesen dos horas obligatorias. Yo no me pronunciaría en contra de tal ley.

Yo podría verle todo el día, observarlo como mira la televisión, como come, he visto una mujer con él, pero, es una visita, porque nunca la mira a los ojos, o quizás una amiga, porque observo las conversaciones, pero nunca le he hecho el amor en la cocina, ni la ha besado.

Mi vecino tiene 28 años aproximadamente, creo que es contable, arquitecto o doctor, su ropa de estar en casa es muy sexy, una camisa de algodón y una bermuda, le encantan los tonos oscuros.

Esta muy enamorado de mi, se que sabe que lo observo, con la luz apagada, y que cada noche a las diez llego puntual a mi cita, a las orillas de mi ventana. Si no fuese un tercer piso, quizás ya habría caminado en dirección a su ventana.

Mi vecino está enamorado de mi, pero no se cómo hacérselo entender.