Cuadro seis: El vuelo de primavera, en mi memoria

6/9 El vuelo de primavera, en mi memoria


Soy como un ave, canto y vuelo y las hojas siempre caen,
como también cayeron desde la montaña los ríos y sus escombros…
pasaron por la corriente de agua, un dilema,
un camino perfecto y ocasional, furtivo, pero al fin camino...

Hacia frío, porque el invierno recién se había ido..

Allí donde las aves se deslizan por las sombras fugaces del sol,
donde sobresalen los picos de los volcanes…
allí esta la cúspide de la victoria,
donde el colorido paisaje toma su forma…

Allí mismo Los días pasaron, fueron duros, pero al fin días.
solamente eso, un tiempo indeseable…
donde no hace falta nada más que volar,
la mente brilla sin color…


Donde los despertares son nocturnos,
y el recuerdo sobrevuela; sobre mí el viento…
allí en esos paisajes, se forman cuentos,
y sin quererlo somos los dramaturgos de las historias sin fin…

Cuadro cinco: La despedida, la ruta de los sueños

5/9 "La despedida: la ruta de los sueños"



Acá sigo recluido, entre las invisibles cuerdas…
prisiones que no puedo dejar,
mi aliento espera


El camino ha sido cubierto de profundos abismos de cobre,
las otras victimas siguen a la par, son colegas…
los que vendrán son inocentes, los desdichados de moda,
los que vamos nos dicen los errantes…


Y así desaparece mi rostro de las fotografías, vas con la corriente,
camino y espero ver las señas de los demás…
espero y sobrevivo, mil gritos y cien burlas,
tras la puerta el dolor, imposible buscar los sueños que existen…


Me voy de las calles y sus aceras, de las casas y sus dueños,
yo y el mundo, dos enemigos, dos sectas…
los locos declarados y los deprimidos, y así voy,
el loco de la calle, el actor de una contubernio incomprendido...

Cuadro cuatro: La invitación, el reflejo.

4/9 "La Invitación, el reflejo"


Mire el retrato y pensé en una fiesta ficticia.
saque la corbata, la puse sobre mis dorsos,
con un nudo fuerte la sujete…

recorrí las calles, con las ganas de que me gritaran loco,
loco al fin, tan loco, tan dueño de la peste,
habitante de las aceras…


El reflejo de los demás no me detuvo,
y el tren proseguía rápido, rápido y constante entre esas inseparables líneas paralelas…
me llevo hacia un oscuro lugar,
una vitrina llena de nuevas emociones…

Un saco de hilos fue mi almohada, mi ropero y mi baúl con recuerdos,
allá entre miradas deje cobijas atiborradas, parecían mil por cada cuadra…
Despacio postre mis lágrimas, mi suicidio interminable,
tome un callejón hacia el olvido y mi paciencia me guiaba...

Salí por atrás, como un invitado poco significativo y comprometido a desaparecer
cubrí mi cabeza y corrí como el viento, solo corrí…
aparecí con mis recuerdos,
estuve desconsolado
y fue allí cuando comprendí que las paredes solo arañan a quienes les dan besos…

Cuadro tres: La presentación, mi rostro.

3/9 "La Presentación, mi rostro".



Las sombras, sus lugares, sus inquilinos y yo somos una familia,
los rugidos del alma me unen y son motivos de tristeza,
he conocido de las desesperaciones,
he visto en los sueños,
les he conocido entre dientes filosos y con cuchillos asesinos…


Y así entonando con la locura en garganta, a oscuras todo el día…
con las ropas rasgadas y con la mente de un sin nada, corro,
mis pies siempre corretean en los perversos días del ver pasar y del ver hacer,
abandero a esos que llaman locos,
los que se debaten entre la vida y la indiferencia…


Esos vagabundos del alma que comen de remembranzas, los que musitan solos,
humanos que parecen corroerse, locos de la calle o del espacio…
esos son mis compañeros,
Hospedados entre retretes de las avenidas,
no morimos, es que no hay voluntad ni esfuerzo,

talvez pasará…

Entre ese espíritu relegado agarro mi alma, la monto en la imaginaria carreta,
y así soy inquilino del dolor, arrastrando las cuerdas que me siguen…
las lágrimas y las fotografías pintadas en los caminos son mías,
y mis nubes, también trastornadas, no llueven ni queman…

Cuadro dos “El motivo, su nombre”

2/9 “El motivo, su nombre”



Me deje transportar por su encanto,
ví la luz en medio de lo oscuro…
vi en la colina la señal de su vos,
en el cielo la fotografía de su alma,
…así fui ante la nueva oportunidad.


Fue como una promesa, como una luz,
Me hablo de sus deseos, sus sueños,
Decidió permanecer junto a mi…

conocí los encantadores destellos del cuerpo, de su cuerpo
y así me ilusiono…

Idealicé, delire y deje de querer ser común,
y así consumarme en un sueño no prevenido…
creí, soñé y camine, para mi fue toda una vida…

Solamente siguió sus pasos,
como pajarraco en vuelo,
llego y prosiguió, no se detuvo…
agarro sus bailes, sus rutinas y se desvaneció,

Y así se fue alegrando, enloqueciendo, bailando..
para una persona tan fría, fueron segundos…

Cuadro uno: “El ayer, la nostalgia”

1/9 “El ayer, la nostalgia”

El futuro me parecía una escena larga.
Estaba sin ánimos, sin esperanza y sin sonrisas,
la memoria me fallaba y la nostalgia hacia visitas,
caminaba por la esperanza de encontrar mi yo,
camine despacio…


En los árboles quedaron mis sueños,
en la incertidumbre mi nombre, mi rostro, mis recuerdos…
a su tiempo, me ocurrieron los desastres ocasionales,
cada uno, recuerdo de un instante perdido;
instantes desaparecidos, pero vivido…


La soledad y otros atacaron sin anunciarse,
Y allí vi que la tristeza y el silencio nos visitan,
estar en las sombras, donde comen los áridos recuerdos, duele.
la desesperación se postro y se quedo…

Y así apareció la novedad: el amor existe…
se dejo ver, se enfrasco en mi y me sacudió,
con esto creí conocer el futuro,
con eso pensé que el ayer era pasado.


"La inconstante trama", 1 de 9